Mujer le arranca la lengua a su violador y la meten presa, 61 años después Seúl reconoce que fue en defensa propia

Choi Mal-ja, originaria de Corea del Sur, fue absuelta de una condena por lesiones graves impuesta hace más de seis décadas, tras morder la lengua de un hombre durante una agresión sexual cuando tenía 18 años, ahora tiene 79 e inició una camapaña para limpiar su nombre.

En 1965, cuando tenía 18 años, tuvo que pagar una condena de 10 meses de prisión, mientras que su agresor, de 21 años, recibió una pena menor de seis meses por allanamiento de morada e intimidación, sin ser acusado por intento de violación. Según los registros judiciales, Choi se liberó del atacante, quien la inmovilizó, arrancándole 1.5 cm de su lengua, el hombre exigió indemnización e incluso irrumpió en su casa con un cuchillo.

En julio de este año un nuevo juicio en Busan vio a la fiscalía disculparse y solicitar la anulación de la condena, una medida inusual, Choi declaró que no podía dejar el caso sin respuesta y quería defender a otras víctimas en la misma situación.

La condena la había transformado "de víctima en acusada". Su caso se convirtió en un ejemplo en los libros de texto de Derecho de Corea del Sur sobre la falta de reconocimiento de la legítima defensa en casos de violencia sexual

Reconocen el error de juicio en el caso Choi

En 2018, inspirada por el movimiento #MeToo, Choi contactó a grupos de defensa y pasó dos años reuniendo pruebas para solicitar un nuevo juicio, aunque tribunales inferiores rechazaron su petición por falta de pruebas de defensa propia, ella persistió, afirmando que no quería que otras víctimas sufrieran solas. Finalmente, en diciembre de 2024, el Tribunal Supremo accedió a reabrir el caso.

El 4 de agosto, Choi y sus simpatizantes celebraron con pancartas, Kim Soo-jung, su abogada, calificó la condena original como un "error de juicio debido a prejuicios de género y percepciones sociales" y anunció que Choi planea presentar una demanda civil contra el Estado para obtener una indemnización.