Inspector de bomberos de St. Paul secuestró e intentó agredir sexualmente a una niña.

Un hombre que trabaja como inspector de bomberos para la ciudad de St. Paul ha sido acusado del secuestro e intento de agresión sexual de una niña de 13 años.

James Allen Thomas, de 73 años y residente de Woodbury, ofreció a la niña de secundaria llevarla a la escuela después de que perdiera el autobús la mañana de un lluvioso 21 de mayo, pero primero la llevó a su apartamento. Allí, presuntamente intentó separarle las piernas a la fuerza, y cuando ella se negó, le ofreció 50 dólares para que se desnudara, se dejara tocar y ella lo tocara a él, según los cargos.

La niña afirma que, tras perder el autobús, había buscado ayuda en una clínica médica en Phalen Boulevard en St. Paul, pero al acercarse a la entrada se encontró con Thomas, quien vestía uniforme y estaba sentado en una camioneta gris. Aceptó su ofrecimiento de ayuda, pensando que era un agente de seguridad.

Al llegar a su apartamento, la niña declaró a la policía que Thomas cerró la puerta con llave antes de intentar agredirla. La víctima declaró a la policía que "quiso llorar todo el tiempo" que estuvo con Thomas, y que empezó a llorar inmediatamente después de bajarse del coche cuando la dejó en la escuela.

Un miembro del personal escolar declaró que estaba fuera del edificio cuando llegó la víctima y que esta la abrazó de inmediato, lo cual, según ella, era inusual, y que la niña temblaba y estaba visiblemente alterada.

El miembro del personal declaró a la policía que un hombre salió del coche, identificándose como "Sargento del Departamento de Bomberos de St. Paul", y dijo que había recogido a la niña y la había llevado a la escuela. El vehículo del que salió fue identificado posteriormente como el de Thomas.

Al ser arrestado el 5 de junio, Thomas admitió haber llevado a la niña a la escuela, alegando que primero la llevó a una escuela primaria por accidente. Cuando le informaron que su vehículo está equipado con un dispositivo que rastrea automáticamente su ubicación, Thomas admitió que antes de dejar a la niña en la escuela, tuvo que pasar por su apartamento para cerrarlo con llave, pero afirmó que la niña nunca salió del coche.

A pesar de las grabaciones de vigilancia desde el exterior de la clínica, la escuela y los datos de su propio celular, que indicaban que Thomas tardó 45 minutos en recorrer los 10 kilómetros desde la clínica hasta la escuela, Thomas negó haber tardado tanto.

Luego negó haber tocado a la niña o haberle pedido ver o tocar sus partes íntimas. Dijo que el único contacto fue posiblemente rozarle el brazo mientras miraba su iPad.