El acusado de asesinar a legisladora de Minnesota se queja de las condiciones de la cárcel; "No esta en un hotel" le contesta Sheriff

Después de que Vance Boelter —el hombre acusado de asesinar a la representante Melissa Hortman y a su esposo, Mark, y de intentar matar también al senador John Hoffman, a su esposa, Yvette, y a su hija, Hope— se quejara de las "horribles" condiciones de su reclusión en la cárcel del condado de Sherburne, el sheriff del condado respondió con furia.

"No está en un hotel. Está en la cárcel, donde una persona debe estar cuando comete los atroces crímenes que se le acusan", declaró el sheriff Joel Brott.

Brott expresó su indignación por las quejas de Boelter sobre las insatisfactorias condiciones carcelarias el día en que los Hortman fueron velados en el Capitolio de Minnesota, donde el expresidente Joe Biden se encontraba entre los miles de personas que rindieron homenaje a las víctimas de los presuntos ataques de Boelter del 14 de junio.

Brott dijo que es "ofensivo y repugnante que el hombre acusado de asesinarlos compareciera ante un juez federal y se presentara como la víctima".

Boelter alegó que padece privación de sueño. Su abogado explicó que no puede dormir debido a las luces encendidas las 24 horas, la falta de almohada, los portazos, el recluso a su lado esparciendo heces y el olor que entra en su celda.

Brott refutó la afirmación de privación de sueño, afirmando que las cámaras de seguridad muestran a Boelter "descansando plácidamente con los ojos cerrados" durante siete horas seguidas la noche del miércoles y el jueves, así como después de su comparecencia ante el tribunal el viernes.

"Las luces están encendidas las 24 horas, los 7 días de la semana, y deben estarlo para que los funcionarios penitenciarios que realizan los controles de bienestar puedan verificar que los reclusos estén bien. Las cárceles están construidas con pesadas puertas metálicas que hacen ruido al abrirse y cerrarse", dijo Brott. Su celda está impecablemente limpia, al igual que su colchón, que tiene una almohada cosida. Todos los días tiene acceso a un teléfono y a la ducha. No ha saltado ninguna comida desde su llegada.

Está siendo tratado como cualquier otro recluso en las mismas circunstancias. Ya es demasiado tarde para quejarse de las condiciones en las que se ha visto envuelto.

La solicitud de Boelter de reprogramar la audiencia de interrogatorio y detención del viernes fue concedida, y ahora tendrá lugar a las 14:30 h del jueves 3 de julio. La audiencia determinará en última instancia si se le ofrece la posibilidad de libertad bajo fianza.