Una mujer de Minnesota dejó que 9 perros murieran de hambre y se pudrieran en perreras.

Una mujer de Mora,Minnesota, que operaba un negocio de adiestramiento y hospedaje canino a domicilio, fue acusada de 16 cargos de tortura animal después de que nueve perros fueran encontrados muertos y otros nueve sufrieran, presuntamente bajo su cuidado.

El caso comenzó cuando se solicitó a veterinarios de la Universidad de Minnesota que realizaran la necropsia de un perro que murió tras estar presuntamente bajo el cuidado de Moriah S. Krondak, de 30 años, en "Done Right Dogs" en Mora.

La denuncia penal indica que Krondak fue confiada al cuidado de los dos pitbulls de una familia mientras estaban de vacaciones. Uno de ellos supuestamente perdió 12 kilos bajo la supervisión de Krondak, y el otro perdió 17 kilos, llegando a pesar 15 kilos con "huesos y costillas fácilmente visibles", antes de morir probablemente por desnutrición.

Se sospechaba que las condiciones de alojamiento eran insalubres debido a una infección bacteriana en la piel de uno de los perros. Los dientes de ese mismo pitbull estaban manchados, posiblemente porque intentó morder los barrotes de una jaula de alambre para perros, aunque el veterinario que realizó la necropsia no pudo confirmar ni negar la causa.

La familia dejó a los perros el 28 de febrero y tenían previsto recogerlos el 10 de marzo.

A su regreso de vacaciones, Krondak supuestamente dio excusas para impedirles que recogieran a sus mascotas. El 12 de marzo, la familia le informó a Krondak que irían a buscar a los perros, pero Krondak los llamó para informarles que uno de ellos había muerto.

La investigación comenzó el 13 de marzo y el 7 de abril, los agentes fueron a la casa de Krondak y descubrieron varios perros en jaulas, con heces de perro en las jaulas y un fuerte olor a orina y heces de perro dentro de las viviendas, según los cargos.

También encontraron un perro con una correa de un metro atado a una puerta corrediza de vidrio. Documentaron que el perro "no parecía" capaz de tumbarse "debido al largo de la correa", y ninguno de los perros tenía acceso a comida ni agua.

Los agentes registraron el garaje y, en cuanto se abrió la puerta, percibieron un fuerte olor a descomposición, según la denuncia. Los agentes iluminaron la oscuridad con linternas y "observaron a un perro gravemente descompuesto dentro de una perrera".

Se encontraron tres perros más en descomposición en perreras del garaje, y cinco más fueron hallados muertos y en descomposición dentro de perreras en una habitación del sótano.

En total, se retiraron de la casa nueve perros muertos y nueve supervivientes.

Los nueve perros que murieron fueron entregados a Krondak o entregados a ella por organizaciones de rescate, según la denuncia. Uno de los perros encontrados muerto tenía la cabeza desprendida.

Los perros sobrevivientes estaban comúnmente "cubiertos de orina y heces", habían perdido mucho peso y padecían anemia por inanición. Un perro tenía dientes rotos, posiblemente por intentar escapar de una jaula a mordiscos.

Uno de los perros sobrevivientes "intentaba beber agua con voracidad" e incluso "intentaba beber heces sucias y agua de baño llena de orina al bañarse", según la denuncia.

"No solo parece que estos perros murieron por falta de comida o agua, sino que probablemente sufrieron mientras lo hacían. Tanto la inanición como la deshidratación son increíblemente dolorosas", declaró a las autoridades un veterinario de la Sociedad Protectora de Animales. "Considerando su condición física, estos perros probablemente sufrieron durante al menos semanas y posiblemente meses antes de morir".

Krondak dio positivo por metanfetamina y se negó a hablar con los investigadores, según los cargos.